Tocan a la puerta de la oficina; el director Carlos Rangel levanta la mirada del documento que tiene en las manos, con voz clara y firme dice: - Adelante. El profesor Manuel Ontiveros entra cabizbajo, toma asiento frente al escritorio del director del Instituto de Educación para Jóvenes Sobredotados. El director pregunta: - ¿Cuál es el problema profesor? Manuel sabe que probablemente el director ya lo sepa todo, sin embargo la cortesía le obliga a preguntar. ― Señor: debido a los hechos que acaban de ocurrir en el colegio me he percatado de que no soy la persona adecuada para este trabajo; lo mejor para el instituto es que presente mi renuncia. El director mira con interés a Manuel, ve su rostro preocupado, su amplia frente surcada por arrugas prematuras, la mirada que esquiva enfrentársele y que se pasea sobre la superficie del escritorio. ― Ya veo; Profesor es usted una persona muy valiosa, estaríamos muy apenados de perderlo. Conozco los pormenores del incidente, pero me gustaría es...
Un dia decidi escribir; tome una libreta y un lapiz. Otro dia me comprometi a ser escritor; compre una maquina de escribir. Despues me di cuenta que no podia seguir escribiendo en papel; me consegui una computadora. Ahora, no lo se; quiero mostrar lo que he hecho y lo que habre de hacer.