“Es inconcebible” pensaba Selene. “Nadie puede tomar este equipo obsoleto y llevarlo a la bodega”. Ella tiene que cargar las cajas, subirlas al elevador y llevarlas hasta el sótano. Mientras desciende dentro de la cabina, rodeada de monitores, teclados y CPU´s Selene piensa en como pudo llegar a tal grado la escases de mano de obra que se ve obligada ella, una ingeniera en sistemas, líder de proyecto y jefa de departamento, a hacer el trabajo pesado que le correspondería a sus subordinados. No es que le canse cargar todo el equipo, siente que nadie la respeta allí, pareciera que solo es una máquina más en esta compañía. Selene se ve el rostro en el espejo de la cabina: se lleva la mano a las arrugas junto a los ojos, con preocupación constata que la crema que se aplica todas las noches no esta desapareciendo su resequedad en la piel. Las puertas del elevador se abren en el nivel del sótano, tampoco allí hay nadie que le pueda ayudar. Bloquea el cierre de la puer...
Un dia decidi escribir; tome una libreta y un lapiz. Otro dia me comprometi a ser escritor; compre una maquina de escribir. Despues me di cuenta que no podia seguir escribiendo en papel; me consegui una computadora. Ahora, no lo se; quiero mostrar lo que he hecho y lo que habre de hacer.