En el fondo del ropero, detrás de los sacos y camisas en desuso, esta el viejo archivero; una caja de madera forrada, cubierta de polvo y con olor a naftalina. La cerradura de la tapa casi hace desistir a Adriana, pero al comprobar que los broches abren sin necesidad de llave, se decide a sacar el archivero, sujetándolo de sus dos manijas; lo coloca en el suelo junto a la cama. Adriana se detiene un momento a pensar la conveniencia de abrir la caja. La sensación de estar profanando la privacidad de Humberto le detiene; sin embargo el mismo Humberto le pidió ayuda para buscar su acta de nacimiento. Después de revisar los cajones de todos los muebles de la casa y no encontrarla en ningún lado, el único lugar donde no ha buscado es en el archivero. Adriana se decide a abrirlo, pero únicamente buscara el acta. Corre los broches: levanta la tapa y se da cuenta que no será tan fácil como pensó. En el archivero han sido depositados por años, sin ningún orden, las memori...
Un dia decidi escribir; tome una libreta y un lapiz. Otro dia me comprometi a ser escritor; compre una maquina de escribir. Despues me di cuenta que no podia seguir escribiendo en papel; me consegui una computadora. Ahora, no lo se; quiero mostrar lo que he hecho y lo que habre de hacer.