Te golpea sin esperarlo: La pantalla de la computadora queda oscura; la luz se apaga y la radio enmudece. Lanzas una exclamación y escuchas la reacción de los demás: van de lo obvio a lo inesperado. Permaneces en tu puesto de trabajo, con las manos cerca del teclado, en cualquier momento ―piensas ― la corriente eléctrica regresara. Tus compañeros se levantan de sus lugares y caminan hacia la salida conversando animadamente. Paulatinamente el silencio te envuelve, vas olvidando el trabajo y empiezas a divagar. Escuchas el cronométrico caer de una gota desde el baño. Por la ventana abierta entra el canto de un pajaro. La conversación de tus compañeros se aleja por el pasillo. Escuchas un automóvil acercarse por la calle y después alejarse. Algún perro ladra en la lejanía; no, no es un perro, son tres distintos que ladran a intervalos. Te inclinas sobre tu silla hacia atrás, provocando un rechinido familiar al que nunca le habías puesto atención. Te mueves para adelan...
Un dia decidi escribir; tome una libreta y un lapiz. Otro dia me comprometi a ser escritor; compre una maquina de escribir. Despues me di cuenta que no podia seguir escribiendo en papel; me consegui una computadora. Ahora, no lo se; quiero mostrar lo que he hecho y lo que habre de hacer.