Un año más, como es tradición un cuento especial para celebrar. Este relato es continuación directa del cuento "Una misión de rutina". Les recomiendo leerlo antes de empezar con este. Las luces del salón se encienden sin titubeos, iluminando una mesa de inoxidable acondicionada como quirófano y en cada una de las paredes laterales cinco cámaras criogénicas individuales. Aron recorre el salón hasta llegar al otro extremo. Activa los controles, se encienden los monitores junto a cada cámara. Inicia el autodiagnóstico del sistema. Docenas de micro-robots emergen de nichos en la pared e inician el proceso de limpiar las superficies del salón. Aron desliza un panel revelando el entramado de conductos y cables que se extienden tras las asépticas paredes del recinto. Satisfecho comprueba que la alimentación eléctrica funciona perfectamente. Escoge dos cámaras, la última y la penúltima del lado izquierdo, la suya será la más cercana a la consola de control. Abre la t...
Un dia decidi escribir; tome una libreta y un lapiz. Otro dia me comprometi a ser escritor; compre una maquina de escribir. Despues me di cuenta que no podia seguir escribiendo en papel; me consegui una computadora. Ahora, no lo se; quiero mostrar lo que he hecho y lo que habre de hacer.