Publicada en 1980, "El nombre de la rosa" es la primera novela del italiano Humberto Eco; situada en una abadía en los Apeninos italianos, donde el fraile Guillermo de Baskerville y su novicio Adso de Melk tienen que descubrir el misterio que se oculta detrás de la muerte de varios monjes, relacionados con un libro prohibido y la fabulosa biblioteca que contiene la abadía.
En "Apostillas a El nombre de la rosa" Humberto Eco sostiene que "una novela es una máquina de generar interpretaciones", por lo cual las interpretaciones seguirán generándose mientras la novela siga siendo leída, como consecuencia inevitable también tengo una interpretación que quiero compartir. Ciertamente no soy el lector culto al cual la novela estaba destinada, tal como afirma Eco al señalar que las primeras cien paginas son un purgatorio para elegir al lector indicado, aquel que tenga la pasión o la paciencia para leer las extensas medievales sobre diversos temas, ya sea las propiedades de las diversas hierbas y sustancias que maneja el herbolario de una abadía, las distintas formas de herejía, la virtud o pecado de la risa, o el papel que la mujer desempeña en la creación. Soy un lector común, tal como Eco los define, de los que han recibido esta novela con entusiasmo ante la sorpresa de su autor.El nombre de la rosa en mi propia interpretación es una parábola del apocalipsis, libro mencionado repetidamente a lo largo de la historia, no por nada en la biblioteca se presume se encuentra la mayor colección de apocalipsis en la cristiandad. Transcurre en el lapso de siete días, desde el arribo de fray Guillermo y Adso, personajes que guardan cierto parecido con Sherlock Holmes y Watson respectivamente; en ese lapso ocurre la muerte de varios monjes y lo que parece conectarlos es la referencia a las señales del fin del mundo que aparecen en el apocalipsis.
Por otro lado las muertes están relacionadas a un libro que pertenece a la colección secreta de la biblioteca el "Finis Africae" un salón al que no hay acceso desde ningún otro salón en la biblioteca.
La biblioteca en si es otro de los elementos fascinantes que pueblan esta novela: ocupa el tercer piso de una fortaleza, es un laberinto ingeniosamente diseñado y su orden interno representa cada una de las regiones del mundo conocido. El bibliotecario llamado Jorge de Burgos, de origen español, es un homenaje de Eco a Borges, tal como el lo reconoce "un ciego y una biblioteca da como resultado Borges" y agregaría además que es un ciego dentro de un laberinto, como unmino tauro, imagen que recurrente en la narrativa de Borges.
Al mismo tiempo que se desarrolla la investigación de fray Guillermo, se desarrolla otro conflicto: la realización de una reunión entre los representantes del Papa, residente en Aviñon y los franciscanos, apoyados por el emperador de Roma; el motivo es discutir si el voto de pobreza de los franciscanos esta en contra de los evangelios o no, a la vez que se negocian garantías para que una delegación franciscana sea recibida por el Papa.
Aquí también se percibe cierta semejanza con el apocalipsis, pues el final sera antecedido por el enfrentamiento de los ejércitos en Argamenon; en la novela la lucha es presentada entre Bernardo Gui Inquisidor del Papa y Michel de Cesena líder de los franciscanos.
La reunión resulta desastrosa para el bando de los franciscanos; deseando al menos descubrir la verdad detrás de las muertes en la abadía, como consuelo, Fray Guillermo forzó los eventos de manera que logra penetrar junto con Adso en la sala prohibida de la biblioteca, donde se encuentra el libro prohibido y el responsable de las muertes.
Los eventos se suceden con rapidez y al final del séptimo día un incendio arrasa con la biblioteca, con la iglesia, los establos y el resto de la abadía. Impotentes, Guillermo y Adso se refugian en los huertos y observan la destrucción, reconociendo que estaban equivocados y que su misma equivocación los llevo a la verdad, y la verdad llevo a la destrucción por su arrogancia.
Nada se salvo de la biblioteca, la cual presentaba al mundo, ardió como en el apocalipsis, nadie en la abadía merecería salvación, pues como se ve a lo largo de la novela, todos allí cargan con pecados, incluso Guillermo (Soberbia) yAdso (Lujuria).
Quizá a otros lectores les suceda lo mismo que a mi; cuando visualice a Fray Guillermo de Baskerville no pude apartarme de la imagen de Sean Connery, quien encarno al personaje en lapelícula homónima basada en el libro. Por supuesto la cinta no llega a la profundidad, complejidad y grandilocuencia de la novela, pero inevitablemente es una influencia que esta ligada a ella, baste señalar como una de las diferencias fundamentales entre ambas consiste en que la campesina que enamora a Adso, no se salva en la novela.
Recomiendo ampliamente esta novela, pero advierto que no cualquiera puede soportar la carga de referencias y las extensas descripciones y disertaciones que El nombre de la Rosa nos proporciona.
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