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Mostrando entradas de junio, 2011

RESEÑA: EL NOMBRE DE LA ROSA

Publicada en 1980, "El nombre de la rosa" es la primera novela del italiano Humberto Eco; situada en una abadía en los Apeninos italianos, donde el fraile Guillermo de Baskerville y su novicio Adso de Melk tienen que descubrir el misterio que se oculta detrás de la muerte de varios monjes, relacionados con un libro prohibido y la fabulosa biblioteca que contiene la abadía . En "Apostillas a El nombre de la rosa" Humberto Eco sostiene que "una novela es una máquina de generar interpretaciones", por lo cual las interpretaciones seguirán generándose mientras la novela siga siendo leída , como consecuencia inevitable también tengo una interpretación que quiero compartir. Ciertamente no soy el lector culto al cual la novela estaba destinada, tal como afirma Eco al señalar que las primeras cien paginas son un purgatorio para elegir al lector indicado, aquel que tenga la pasión o la paciencia para leer las extensas medievales sobre diversos temas, ya sea la

UNA FIESTA MEMORABLE

Las estrellas brillan en el cielo sin nubes de Jiutepec. En el amplio jardín de la casona se ha instalado la pista de baile cubierta por una lona blanca. En cada una de las mesas han sido colocados quinqués, con su suave luz envuelve a los invitados en una atmósfera relajada. Arturo y su tío Ramón bajan del automóvil y desde el estacionamiento observan la fiesta y escuchan la música. Ramón le dice a Arturo: Ya lo vez chamaco, llegamos a tiempo. El muchacho sonríe a su tío: camina con paso cansado hacia la fiesta. Allí esta su mamá, que al verlo va a su encuentro: lo abrasa y le da un beso en la mejilla como recompensa de un trabajo bien hecho. Arturo se limpia instintivamente el besucón con la manga de la camisa: se detiene ante la mirada de reproche de su madre. Se sienta y saca de su bolsillo un pañuelo, seca el sudor de su frente; se quita el saco del smoking y estira la piernas. Junto a su lugar, en la mesa de su familia, han acomodado dos sillas a manera de cama, duerme

TU COMO TU PADRE

―Esta mañana no tenía nada para desayunar en la casa. - Se queja Ágata con amargura.- Y en la bolsa no traigo ni un solo quinto. ― Ahá... – responde Aron distraídamente mientras firma algunos papeles en su escritorio. - ¿ Y yo que? ― Como que “y yo que” – Replica Ágata al tiempo que de un manotazo lanza los papeles del escritorio de Aron. – Soy tu madre, ingrato. Aron recoge los papeles que su madre regó sobre su escritorio. El documento que firmaba se ha estropeado; lo pone encima de los demás papeles y los acomoda con calma para dejarlos de lado. Levanta la vista y se encuentra con la mirada retadora de Ágata. Él a su vez hace su mayor esfuerzo para tranquilizarse. A su memoria regresa la imagen de su madre y su padre, veinticinco años atrás, en una situación muy semejante; Ágata y Aron llegaron a la oficina, acababa de recogerlo de la escuela y en lugar de ir a la casa fueron allí, frente al escritorio de su padre. Sus padres discutieron amargamente y Aron fue testigo de