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Mostrando entradas de octubre, 2013

LA ESPOSA DEL ACROBATA

El circo ya no es lo que era, piensa Esther mientras zurce las mallas de su esposo; sentada en el estribo de la puerta corrediza de la combi 75 que es su hogar. La función esta por comenzar y Ernesto hace sus ejercicios de calentamiento. Durante la función anterior las mallas blancas de su esposo se rompieron en la entrepierna, mientras brincaba entre aros encendidos. El muy bruto no se los dio antes porque se emborracho hasta vomitar después de la función. Esther no sabe porque sigue amando a ese  hombre: borracho, mujeriego y que cada año pierde habilidad y aumenta de peso. Es un hecho que Ernesto no quiere aceptar, esta llegando a la edad del retiro, después no saben que hará. Dando piruetas Ernesto se acerca para recoger sus mallas, impúdicamente se desnuda y se viste a los cuatro vientos en unos instantes. Le da un beso a Esther y se aleja rumbo a la carpa raída instalada en el camellón de una avenida. Esther no ve el acto de Ernesto, no soportaría verlo caer del trapecio